Termino de escribir sobre Kim Peek y me encuentro con esta nota en Kurioso.
Me quedé sin palabras. El amor que un chico puede sentir por su familia no creo que pueda ser medido de ninguna forma, aunque hay algunos que se las ingenian más de lo que es posible imaginar.
A veces pienso qué haría si un día me dicen que me queda una cantidad determinada de vida, pero inmediatamente borro la pregunta de mi cabeza mucho antes de haber pensado una respuesta.
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