Antes de que me olvide

Me encantó el nuevo espectáculo de Enrique Pinti: Antes de que me olvide. Aunque eso no es novedad, más viniendo de una persona que cada tanto entra en YouTube y mirá una y otra vez los mismos monólogos. No hay caso, no me canso de escucharlo, pero para ser sincero, me dio un poco de cosita cuando se levantó el telón y apareció en escena. Esa primera imagen es siempre muy fuerte, y esta vez no fue la excepción, pero lo vi como viejito.

No sé si recién ahora me di cuenta que tiene setenta años o qué pasó, pero de pronto me dio miedo, ¿no se irá a morir, no? Esa puta costumbre que tienen las personas. ¡Que no joda! Yo quiero Pinti para rato, y está lucido y fuerte. Esperemos que siga así por mucho, pero mucho tiempo más.

El espectáculo está en el teatro Maipo y trata, justamente, sobre las ganas de contar todo antes de que lo agarre el alemán malvado y lo deje gagá, y no, no se refiere a Hitler sino al otro. En el medio hay baile y las infaltables canciones de Pinti.

Lo cierto es que se lo ve bien, pero me parece que habla más despacio -apenas un poco- y se mueve algo menos. Igual es un placer escuchar lo que dice, y sobre todo, cómo lo dice. No perdona a nadie, pero absolutamente a nadie, ni siquiera a su público, porque él bien sabe que muchos de los que lo van a ver son de "esa" clase social que por momentos tanto pelea. Y por momentos las risas no se escuchan, y la platea observa en silencio. Pinti no se guarda nada.

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