
Pero cuando bajamos del micro y tomamos un taxi para ir al hotel, nos encontramos de lleno con un trolebús, y como había bastante transito, sólo llegué a verlo de la mitad para arriba: las ventanas y la catenaria conectada a los cables.
- ¡Ahí va uno! -le dije a mis compañeros que ya las tenían por el suelo de tanto escucharme, y en ese momento, como si me estuviera provocando, el trole se mandó para el cordón.
Me quedé con la boca abierta, ¿cómo podía esa cosa que va sobre vías arrimarse así al cordón? Bueno, cuando el taxi pasó por al lado pude entender que tenía ruedas y no había vías y que por eso había podido arrimarse.
Los trolebuses son simples "bondis" con una catenaria y un motor eléctrico.

Si de chico, sentado frente al arbolito de Navidad a la espera de los regalos, alguien me hubiera dicho que Papá Noel no existía... no me hubiera desilusionado tanto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario